Aunque Israel se vista de rosa, Apartheid se queda
Por Roberto Solone Boccardi de BDS Comisión Pinkwatching (@BDSPinkwatching)
En los años ochenta, mientras el gobierno sudafricano se autodefinía democrático y tachaba de terrorista la lucha por los derechos de la población negra, el mundo occidental entero – sociedad civil, sus instituciones y gobiernos- se volcó en el movimiento Anti-Apartheid para defender la igualdad de todas las personas en Sudáfrica.
En Israel, hoy en día, la misma historia se repite. ¿Es democrático un Estado que se declara exclusiva y excluyentemente judío, con decenas de leyes que discriminan al pueblo palestino y vulneran sus derechos básicos a la educación, la vivienda, la propiedad, la cultura, la libertad, el empleo o el derecho a un juicio? ¿Una etno-teocracia, que no posee una Constitución ni fronteras fijas o reconocidas? ¿cuyos colonos llegan continuamente de todo el mundo para ocupar a diario nuevas tierras -habitadas y trabajadas por el pueblo palestino- utilizando la Torah como acto de propiedad, renegando el derecho internacional y las múltiples sanciones de Naciones Unidas? ¿Es esta de verdad ‘la única democracia para Oriente Próximo’? ¿Un país que ha anexionado lo grueso de Palestina con un Muro declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de La Haya? ¿Es un modelo a seguir para la la lucha de los derechos de las personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, queer e intersexuales (LGBTIQ+), una sociedad donde solo se reconoce el matrimonio religioso y no se permiten matrimonios mixtos, ni entre personas del mismo sexo? ¿En serio?
Como tan orgullosamente los medios de propaganda sionista –hasbarah- reconocen, la defensa de los derechos LGBTIQ+ es crucial para mejorar la imagen de Israel en el extranjero. En 2009 por ejemplo –pero lo mismo se reproduce continuamente- la organización estadounidense filo-israelí StandWithUs, con el apoyo del Ministerio de Exteriores israelí, llevó a líderes, activistas y periodistas LGBTIQ+ de todo el mundo a Israel. La organizadora del programa, Noa Meir, en subrayar la importancia del programa, afirmó:
Los derechos GLBT son parte de los derechos humanos, y cuando observas Israel, ves un país que ha llegado tan lejos en esta área. Cuando la gente ve que Israel es tan progresista en este aspecto, se dan cuenta de que no puede ser solo sobre este aspecto, y realizan que esto debe aplicarse a Israel en todo.
Y así a cambio de viajes y de dinero, su lavado de imagen ‘rosa’ o propaganda de pinkwashing, llega a muchos lugares del mundo donde el colectivo LGBTIQ+ -aun oprimido, discriminado, perseguido y hasta asesinado y encarcelado- necesita respaldo y protección, vengan de donde vengan. Pero: ¿hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que colonicen nuestra lucha, instrumentalizándola para legitimar un sistema de opresión, ocupación, apartheid y, por lo menos en Gaza, limpieza étnica? Las personas LGBTIQ+ que vivimos en sociedades cuyas leyes e instituciones sí han dado pasos para el reconocimiento de la igualdad jurídica, tenemos el deber de levantar nuestra voz crítica contra un Estado que, hasta la fecha, ni ha demostrado respectar el derecho internacional, ni los derechos humanos, ni mucho menos los derechos de las personas LGBTIQ+ que, recordémoslo, solo pueden casarse si poseen los privilegios legales y económicos para hacerlo en el extranjero y solicitar luego la transcripción. Es decir, sin países como España, no habría boda para las parejas del mismo sexo israelí.
El compromiso de Israel con los derechos humanos en general y los derechos del colectivo LGBTIQ+ en particular es tan falso que Israel no tan solo no concede asilo a las personas palestinas LGBTIQ+ que lo soliciten, sino que además persigue, captura y devuelve a la frontera las que estén tramitándo en territorio israelí solicitudes de asilo a países terceros, en flagrante incumplimiento del derecho internacional y de todo sentido común por una nación que quiere promocionarse como leader de los derechos LGBTIQ+ y de la democracia.
Quien representó este Israel ante Naciones Unidas como diplomático durante cuatro años, defendiendo en este foro su gran labor en favor de los derechos humanos en general y del colectivo LGBTIQ+ en particular incluso durante el ataque a la Franja de Gaza en el que murieron más de 2000 personas, estará muy cuestionablemente destilándonos su discurso engañoso en el Summit de Derechos Humanos organizado por Aegal en la Universidad Autónoma, a pesar de las múltiples alertas sobre la incongruencia de invitar a una persona con este perfil. ¿Puede un diplomático que defendía que Israel boicoteara al Consejo de Derechos Humanos o que apoyó la detención administrativa de un preso político defendido por Amnistía Internacional, hablar sin causar problemas ético-políticos a los y las activistas de Derechos Humanos que comparten mesa con él?
Además, en la Gala de Clausura de la World Pride, siempre organizada por AEGAL, está prevista la participación de Israel y de su Embajada en relación a la conmemoración del World Pride de Jerusalén: ciudad que, como bien recuerda Mauricio Valiente Ots, Tercer Teniente de Alcalde de Madrid y Concejal de Derechos Humanos en su carta a Aegal, “no forma parte, según el Derecho internacional, del Estado de Israel”.
Por estas y muchas otras razones – incluida la solidaridad con todas las personas LGBTIQ+ palestinas que no participaron en el World Pride de Jerusalén, bien porque hacinadas en Gaza y retenidas en Cisjordania, no pudieron asistir, bien porque no quisieron, prefiriendo protestar y no prestarse a un lavado de imagen más, o porque sin permisos para viajar a Israel en cuanto “exiliadas para siempre” por la Ley israelí de Retorno – que permite regresar a personas judías que nunca estuvieron, pero no a las personas refugiadas palestinas ni sus descendientes – la Plataforma 28J, la Red de solidaridad contra la Ocupación de Palestina, asociaciones LGTBI y otras organizaciones sociales y políticas enviaron una carta al Comité Organizador del World Pride y de la Gala de Clausura, y en concreto a AEGAL y FELGTB (habiéndose COGAM ya pronunciado como miembro de la Plataforma 28J firmante la carta) pidiendo NO a la normalización de la anexión ilegal de Jerusalén en la “Gala World Pride”.
Ver: http://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2017/06/25/aunque-israel-se-vista-de-rosa-apartheid-se-queda/
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